Cómo se cultiva el algodón en México: Un futuro prometedor
Es uno de los cultivos más antiguos, más nobles y más importantes que se conocen, pero ¿sabes cómo se cultiva el algodón? Sin contar que es uno de los más antiguos, fue en la India donde por primera vez se escribió sobre esta planta, alrededor de 1000 años A.C.
Es también uno de los cultivos que más necesita del agua, después del trigo y el arroz, siendo preciso usar casi 10000 litros para cosechar un kilo. El riego dura 120 días, luego pasa por un período de sequía hasta que se abre la cápsula.
Así es cómo se cultiva el algodón en México
Antes de ilustrar cómo se cultiva el algodón mexicano hay que aclarar que existen muchas especies, pero no todas se comercializan. En Centro y Sudamérica hay más de 18 especies y en México, de esas 18 especies, se consiguen 14.
Los países que más lo producen en el mundo son India, EE. UU., Brasil, Australia y Turquía. Requiere que los climas sean cálidos porque germina por encima de los 14°C, siendo 20°C la temperatura ideal, y cercana a los 30°C para florear.
Estas condiciones hacen que la planta transpire a través de las hojas, por lo que la demanda de agua es considerable. Donde se siembre, las precipitaciones deben andar por los 1300 mm y una altura sobre el nivel del mar no mayor a 500 m.
Dependiendo de la zona de México donde se cultive, se siembra entre febrero y abril en el norte. Entre noviembre y diciembre en la región de Sinaloa, y hacia el mes de julio en la zona sur del país.
Polinización
Los botones aparecen a la quinta semana de haberse sembrado, surgiendo el cáliz que lleva en su interior cinco pétalos. Las flores son blancas con un tono amarillento, abriéndose por la mañana y marchitándose ya en la tarde.
Por lo general, se abren cuatro flores por día, por planta, siendo que en México la floración se produce en agosto, y luego, de febrero a mayo. Una vez maduro el fruto, cuando se presentan los copos, comienza la cosecha.
Las plagas
El algodón está expuesto a varios tipos de plagas, que suelen afectar el trabajo y sustento que este genera a muchas familias. Ha habido épocas donde la sequía, la caída de los precios y los gastos ocasionados por insectos han producido un colapso.
Por eso, a mediados de los ’90 se empezaron a formular semillas de algodón genéticamente modificadas, así como a rotar los cultivos. La solución fue sembrar variedades de algodón que producían toxinas letales a las plagas que lo atacan.
El beneficio fue palpable, ya que se empezaron a usar menos pesticidas y a controlar la plaga de gusanos dañinos, uno de ellos, el gusano rosado. Hay otros factores que también atacan los cultivos, pero fue desde aquí que empezó a hablarse del algodón “sustentable”.
El algodón “sustentable” o mejorado
Uno de los aprendizajes en la forma como se cultiva el algodón en México, fue mejorarlo genéticamente para controlar las plagas. A diferencia de los cultivos orgánicos, estas variedades producen toxinas naturales que eliminan las plagas.
Las ventajas son invalorables:
- Su uso no afecta a las abejas, que son beneficiosas
- Se reduce drásticamente el uso de insecticidas, disminuyendo así el costo de producción
- Menos uso de químicos es igual a menos contaminación de los suelos
- Disminuye el uso de maquinarias con el respectivo ahorro de combustible
- Hay menos remoción de suelos y menos emisión de CO2
Esto produjo que las superficies para cultivar hayan crecido un 60% y se haya reportado un ahorro de un 20% en el consumo de agua. Los surcos se estrecharon, el agua se aprovecha mejor y hay menos arrastre y evaporación.
La producción en México
De los cultivos no alimentarios, el algodón es el más importante de todos, porque no solo se producen textiles, sino también forraje para el ganado. Igualmente, fertilizantes, así como fibra en la industria papelera y, últimamente, como material para biocombustibles.
México es el tercer lugar, en orden de importancia más idónea para la siembra de algodón en el mundo.

Futuro prometedor
La zona con las mejores condiciones se ubica al norte del país, donde Chihuahua aporta casi el 70% de la producción. Esta producción cubre el 80% de la demanda interna, proyectándose hacia el 2030 un aumento del 16%.
Mejorar la manera cómo se cultiva el algodón, elevará la cosecha nacional, fortaleciendo las exportaciones, y uno de los primeros pasos ha sido emplear la biotecnología.
México es el tercer lugar, en orden de importancia más idónea para la siembra de algodón en el mundo.
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